Cáncer de páncreas
El cáncer de páncreas es poco común antes de los 30 años y se vuelve más común después de los 60 años. Debido a que es difícil de detectar, tiene una alta tasa de mortalidad, debido a su diagnóstico tardío y comportamiento agresivo.
Los tumores de páncreas más frecuentes, que suponen el 90% de los casos diagnosticados, son del tipo adenocarcinoma (que se origina en el tejido glandular). La mayoría de los casos afectan el lado derecho del órgano (la cabeza), pero el páncreas todavía está formado por el cuerpo (centro) y la cola (lado izquierdo).
INFORMAÇÕES DO AUTOR:
Dr. Marcel Autran Machado Especialista em cirurgia do aparelho digestivo e cirurgia minimamente invasivaProfessor livre-docente de Cirurgia pela Universidade de São Paulo, graduado pela Faculdade de Medicina da USP (FMUSP) e com residência em Cirurgia Geral e do Aparelho Digestivo pela mesma instituição.
CRM-SP nº 70330
Los síntomas del cáncer de páncreas varían según la ubicación del tumor. Los más notorios son la pérdida de apetito y peso, debilidad, diarrea y mareos.
El tumor que llega a la cabeza del páncreas provoca ictericia y cuando el tumor avanza, el paciente puede sentir dolor en la región de la espalda, al principio, de baja intensidad, que puede volverse más fuerte. Otro síntoma es el aumento del nivel de glucosa en sangre, provocado por la deficiencia en la producción de insulina, función principal del páncreas.
El diagnóstico de cáncer de páncreas se realiza mediante pruebas como sangre, heces, orina, ecografía abdominal, tomografía, resonancia nuclear de la vía biliar y la región del páncreas. La confirmación se realiza mediante biopsia de tejido del órgano.
Cuando se descubre en una etapa temprana, es probable que el cáncer de páncreas se cure. En los casos en los que la cirugía es una opción, lo más adecuado es la extirpación del tumor. También es posible realizar procedimientos de radioterapia y quimioterapia, asociados o no, para ayudar a reducir el tamaño del tumor y aliviar los síntomas.
Sabemos que el tabaco es el principal factor de riesgo para la aparición de este tipo de cáncer. Por ello, es fundamental no fumar, evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, además de adoptar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras. Esto se debe a que la enfermedad también está relacionada con el consumo excesivo de grasas, carnes y bebidas alcohólicas, y la exposición a compuestos químicos, como solventes y aceite, durante un tiempo prolongado.
Las personas que padecen pancreatitis crónica o diabetes mellitus, que se han sometido a cirugía por una úlcera en el estómago o el duodeno, a quienes se les ha extirpado la vesícula biliar y que tienen antecedentes familiares de cáncer tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad.